Gracias amigas abejas...Hoy es vuestro día
Hola, ¿tal estáis? Espero que todo bien...
Esta semana dos publicaciones... y es que hoy se celebra el día de las abejas y se merecen un post especial.
Son seres maravillosos a los que se ha respetado muy poco, pero por suerte, ya sabemos lo especiales que son, y hoy lo vamos a recordar con este post que escríbí en otra web (con algunas modificaciones).
Cuando nos hablan de ellas en los colegios, nos enseña poquito, lo
justo para saber que son necesarias para la vida en el planeta. Es desde hace
unos años en los que se ha empezado a valorar el extraordinario trabajo de
estos pequeños seres, ya que por desgracia se ha visto peligrar su vida y con
ellas la del resto de los seres vivos.
Las abejas son insectos y existen aproximadamente unas 20.000
especies diferentes conocidas. Estos pequeños y completos seres se alimentan de
néctar y polen que utilizan como fuente de energía y para obtener nutrientes. Cuando
vuelan de flor en flor buscando
alimento, trasladan en sus patitas a través de energía estática el polen, consiguiendo
la polinización (proceso en el que hay un intercambio de polen de los estambres
hasta el estigma donde se germinan y fecundan las flores, que se convertirán en
frutos y semillas). Se produce una simbiosis entre el insecto y la flor.
Durante el invierno permanecen dormidas en sus colmenas y es la
primavera con sus primeros rayos la que las despierta y las alegra para
comenzar a recolectar el néctar y el polen de las flores. Las abejas pueden
percibir aromas y colores inexistentes para nosotr@s.
Cuando era pequeña me encantaba la abeja Maya, pero si tengo que ser
sincera, quizá por la edad a la que lo veía o por los intereses que yo tenía en
ese momento, nunca admiré a estos pequeños insectos tanto como lo hago ahora.
Las abejas son unos seres extraordinarios e inteligentes. Su
inteligencia y tesón para trabajar en su hacer en la vida hace que el resto de
los seres vivos podamos seguir compartiendo este planeta. Sin ellas la vida en
la tierra como la conocemos actualmente dejaría de existir.
Tienen una
“estructura social” que las permite organizarse para vivir y trabajar de forma
realmente impresionante generando con este trabajo unos productos de excelente
calidad que tiene beneficios medicinales, nutricionales aportando a nuestra
cocina un extra de dulzor natural. Estos productos son miel, jalea Real, Propóleo, polen y cera. Todos ellos con diferentes propiedades que ayudan a mejorar nuestra salud y sobre todo nuestro sistema inmune.
Desde hace poco tiempo he empezado a consumir de forma más habitual
miel. Anteriormente no lo había hecho porque cuando lo intenté hace bastante
tiempo, sentía que no me sentaba bien,
ya que me producía ardor. Es cierto, que antes por desconocimiento y por
confianza en los productores comerciales no me preocupaba por buscar mieles
artesanales de buena calidad, confiaba en las que vendían en las tiendas y las
marcas que se publicitaban.
Ahora siendo conocedora de las adulteraciones que se hacen en las
mieles, creo que unos de los motivos del ardor que tenía al consumirla, podría
ser su desnaturalización. Actualmente,
cuando compro miel, quiero que sea de pequeños productores artesanos, cruda sin
pasteurizar. Gracias a poder consumirla así he descubierto el auténtico paraíso
de aromas, texturas, colores y sabores diferentes que nos pueden ofrecer las
mieles. Para mi antes todas me sabían igual.
No os penséis que me pongo
ciega a comer miel…para nada. En pequeñas cantidades es como mejor se puede
valorar las características de este producto. La he utilizado para calmar el
dolor de tripa, para calmar el dolor de garganta y por supuesto para endulzar y
aumentar la calidad culinaria en mi cocina. Para endulzar la utilizo en la
repostería, sustituyéndola por el azúcar de coco, que es bastante más caro y
está más procesado. La verdad que en mi casa apenas consumimos edulcorantes, no
somos personas que nos atraigan los dulces, es por eso que este producto lo
utilizamos más como medicina que como alimento.
Muy de vez en cuando, tengo necesidad de dulce, y aprovecho esta
situación para comer muy despacito una cucharadita de miel. ¡Me encanta! la
saboreo lentamente y me produce un placer que calma gratamente la necesidad de
dulce y es así, con esta apetencia, cuando puedo profundizar en las
características que diferencian unas mieles de otras.
Cuando mi hija era pequeña para mejorar sus defensas y aumentar su apetito, compraba unas ampollas que contenían jalea real y la venían estupendamente. Ahora usamos propóleo para prevenir y curar enfermedades estacionales como el resfriado común y la gripe.
Otro producto excepcional por sus cualidades suavizantes y protectoras es la cera de abeja. La utilizo para preparar ungüentos para dolores menstruales, pieles agrietadas y procesos inflamatorios relacionados con los músculos y las articulaciones.
Cómo veis las abejas están presentes en mi hogar y en la salud de mi familia.
Os adjunto enlaces interesantes.
Os deseo una feliz semana dulce como el néctar de nuestras amigas las abejas.
Un abrazo con aroma a jazmín y naranja.
Gracias por estar ahí y apoyarme con tu mirada.
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