Pasar la ITV y "NO MORIR EN EL INTENTO"

 


¡Hola! ¿Cómo estáis? Espero que disfrutando en la medida de lo posible de los días soleados que nos regala la primavera. Primavera en la que si podemos, tenemos que consumir los alimentos de esta temporada como las fresas, los espárragos, alcachofas, judías verdes...

https://clubdemalasmadres.com/alimentos-de-primavera/

Estoy en mi etapa expresiva y eso significa que me apetece muchísimo relacionarme, charlar, expresarme…y dentro de las posibilidades que tengo, he decidido que aunque quizá este tiempo tendría que utilizarlo en hacer deberes de clase, voy a escribir este post.


Hoy he tenido que ir a pasar la ITV y quería contaros mi experiencia y sobre todo expresar como me siento cada vez que tengo que transitar por este proceso.


Llevo treinta años pasando la ITV (se dice pronto) y tener que realizar esta obligación siempre me hace sentir indefensión, miedo, vergüenza…Pero este año he ido a pasar la ITV con las gafas moradas puestas (gafas feministas) y he observado todo el proceso desde otra perspectiva. Además del malestar,  difícil de describir,  me ha producido…”Asco”, emoción básica que nace de las entrañas. Aunque sé que es “El pan de nuestro de cada día”, y que  en muchos de los trámites obligatorios que tenemos que realizar  en nuestro día el patriarcado está presente, me cuesta entender que justo por ser un trámite obligatorio, por el que además pagas, no se tengan en cuenta aspectos relacionados con el trato adecuado hacia las personas.

Nada más llegar a la ITV,  la persona que te recoge la documentación, en este caso una mujer, te pide de forma bastante desagradable unos papeles  que se supone tienes que conocer, pero no contempla la posibilidad de que no sepas de que te está hablando y sinceramente no creo que nadie en ese momento tenga que sentirse mal por no conocer el documento específico que se requiere. En mi caso saque la documentación, y como ya lo tenía pagado, me dio una factura junto con la ficha técnica y me dijo:  "tienes que irte a la parte trasera del edificio y esperar a que te  toque".  Y termina diciéndome: “pon los cinturones”. “ ¿Qué? ” , le dije yo. Era como si de repente me hablasen en chino, y no relacioné la documentación que me estaba dando con la frase que acababa de pronunciar. Ella  levanta la vista, me mira, y me repite la frase:“pon los cinturones”. Es entonces cuando mi “neurona mecánica” cae y le dije; “de año en año no recuerdo bien que pasos tengo que seguir para facilitar todo el proceso, discúlpame”. Me despido deseándola buen día,  pues al observar el lugar donde trabaja y de quien estaba rodeada  comprendí su amargura.

  En la parte trasera había una fila relativamente pequeña de coches, lo cual me alegró bastante, pues otros años la fila era tremendamente larga y la pérdida de tiempo  infinita.

Cuando llego a la meta, biennnnnn….me atiende un hombre de mediana edad que con su perfume invade mi territorio vital (llevo bastante mal la invasión olfativa, se tienen en cuenta las invasiones auditivas, visuales, táctiles, pero la olfativa no se tiene en cuenta nunca, y tenemos continuamente que oler aromas realmente invasivos, pero este tema lo dejo para otro post), y me empieza a dar órdenes, así de repente…Es cierto que iba preparada para ello, y el hombre no era desagradable, pero la forma de dirigirse a mí dejaba clara la situación de poder que tenía sobre mí. Después de invadirme con su perfume machirulo, no para de darme órdenes, acelera, frena, derecha, izquierda.... y con tanta presión, pues claro, confundo el freno con el acelerador, mientras escucho sus pensamientos... "mujer tenías que ser". 

El hecho de tener que pasar la ITV,  siendo un  territorio eminentemente masculino y patriarcal,  supone que la mayoría de las mujeres (migrantes, colectivo LGTBI…) nos sintamos indefensas. Puedo deciros que hoy he pensado, siendo consciente de la realidad que tenía delante,  que para la próxima me disfrazaré  de “borde” o de “seductora”, quizá poniendo un pelín de humor a estas circunstancias se me quite la frustración que me produce. 

Después de hablar sobre este tema con otras personas y conocer su opinión, he llegado a conclusión que esta forma de sentirme también está relacionada con la edad, no solo con la que yo tengo, también con la edad de los hombres que te atienden. 

Con este post  quiero hacer una vindicación de derechos como mujer ante estas situaciones y me gustaría que las empresas que se dedican al ámbito automovilístico introdujesen su mirada con perspectiva de género y no solo una mirada capitalista. Por suerte, he encontrado un taller donde trabajan mujeres y no os podéis imaginar la diferencia de trato que he recibido. De verdad, me encantaría saber de mecánica, de electricidad, de fontanería, de carpintería…pero no se trata de esto.  Se trata de que las mujeres podamos tener las oportunidades, reales y no solo formales, de entrar a formar parte  de estos ámbitos tan masculinizados, poniendo en valor a las mujeres en estos sectores.


Para terminar este post me gustaría aportar datos sobre lo que aporta la incorporación de la mujer en los equipos y en las empresas.

https://www.accioncontraelhambre.org/es/te-contamos/blog-testimonios/que-valor-anadido-aportan-las-mujeres-las-empresas

PD: El año que viene no  me disfrazaré de nada, solo iré con una mirada morada  más perfeccionada.

Me despido de vosotras hasta el próximo post, que espero pueda ser pronto.

Os mando un fuerte abrazo con aroma a Laurel y Fragonia (Ayuda en el proceso de empoderamiento).


 Gracias por estar ahí y apoyarme con tu mirada.

 

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