Entre tu corazón y mi alma


Mi amada hermana pequeña... Este post está dedicado a ti...

Es difícil encontrar las palabras adecuadas... Y mientras escribo, te ad-miro. 

En el camino de tu enfermedad has aceptado con fortaleza y resiliencia  muchas pérdidas. Tu forma de respirar, tu voz, tu sentido del gusto, tu forma de alimentarte, el reflejo de la imagen de ti misma y el poder expresar tu creatividad...Y has seguido caminando consecuente, con entereza y disfrutando de la belleza de la vida... de tu vida. 


Te sientes muy cansada, agotada... Pero aún así nos regalas tu presencia con inmensa resiliencia.


Quiero agradecerte que nos permitas invadir tu intimidad,  poder cuidarte, poder mimarte y amarte desde esta cercanía. 


Cuando te ad-miro siento infinita ternura y amor. Es un sentimiento diferente que nunca antes había tenido. 

Gracias por regalarnos tu sonrisa de afecto y cariño,  tus notas llenas de amor, por transmitirnos tu sentir y poder acompañarte en esta etapa de la vida.


Durante el tránsito de tu enfermedad  hemos aprendido muchas cosas...yo he cambiado el concepto de vida, de compasión, de apego, y sobre todo de amor.

Mientras te ad-miro intento conectar con tu respiración. Quiero ayudarte a encontrar sosiego, que puedas soñar bonito y te vayas a tus lugares favoritos.

Quiero sentir tu piel, tu aroma y grabarlo en mi memoria. 

Hermana, deseo que puedas aligerar el peso de tus inmensas cargas y caminar ligera por los nuevos senderos. 

Mi pequeña hermana del alma, la vida es circular como el paso de las estaciones, las fases de la luna, o el movimiento de la tierra y de los planetas... Escucha el latido del Universo y sumérgete en el cuando tengas miedo...el te sostendrá en un abrazo infinito...


Te amaremos por siempre...mi hermana pequeña del alma...

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