Sobre mí...
Me gusta definirme como facilitadora del bienestar. Actualmente sigo vinculada al ámbito socioeducativo, trabajando como integradora social y acompañando, desde hace años, a personas —especialmente con diversidad funcional y neurodivergencias— a desarrollar herramientas para su autonomía y bienestar cotidiano.
Una experiencia dolorosa, atravesada por mi vivencia como mujer en un sistema patriarcal, marcó un antes y un después en mi vida. Desde entonces, inicié un camino de sanación en busca de equilibrio, formándome en distintas disciplinas de salud y bienestar con una mirada holística e integradora. En ese recorrido sentí la falta de una perspectiva de sexo y género, que más adelante incorporé al formarme como promotora de igualdad.
Desde hace años imparto talleres en los que promuevo la salud y el autocuidado, creando espacios de apoyo mutuo donde acompañarnos con respeto y sensibilidad. En estos procesos, el sentido del olfato tiene un lugar muy especial para mí: es una guía vital que me conecta con la presencia y el sentido.
En los últimos dos años he estado profundamente conectada con el duelo que implica estar viva. Este proceso ha transformado mi forma de entender la existencia y me ha llevado a revalorar mi hipersensibilidad, que antes veía como una dificultad y hoy reconozco como un superpoder que quiero seguir desarrollando y compartiendo.
Me considero una curiosa buscadora de experiencias sostenibles, que nutran la vida. Encuentro refugio y alimento en la naturaleza y en una red familiar y social tejida con afecto y amor.
Disfruto enormemente de seguir aprendiendo y actualizándome en áreas como la educación, los cuidados, la salud y el bienestar. Mi vocación es acompañar procesos de transformación con una mirada sensible, crítica y amorosa.
Y aquí os presento mi blog: un espacio que vengo construyendo desde hace varios años, donde comparto mis sentires, experiencias y conocimientos con una intención sanadora, de autoconocimiento y expresión auténtica.
Te invito a explorarlo y, si resuena contigo, a caminar juntas este viaje de transformación.
Elena Mejías Prieto
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